martes, 6 de febrero de 2018






Una foto atardeciendo en una #Cuba que no pedí y que no perdí. Ya era un país perdido cuando llegué. En esa Cuba que recibí por herencia. Una caída de sol en el malecón habanero con todo ese mar que me decía a gritos: la libertad existe. Ya sé hoy que soy responsable de mi libertad. Cada cual lo es de la suya propia. No pertenezco a generaciones con nombres ni nombretes, nadie escoge por mí. Soy una soberana ciudadana de otro mundo. No tengo tierra ni amo.

Si no eres libre dentro de la Isla de Castro, es porque de muchos modos tú eres responsable.

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