jueves, 15 de febrero de 2018

Cuba, el sitio que menos prefieren los cubanos


Por: Yoaxis Marcheco Suárez

¿Y por qué no luchar, por qué mejor no dejar la vida en la tierra propia tratando de reconquistarla? La respuesta es difícil de argumentar, de todos modos la escapada es una señal contundente de que los Cubanos huyen de Castro, no lo quieren,


Desde el año 1959 en que la tragedia comunista arribó a Cuba a través del engaño y la traición de un hombre y su grupito de seguidores, muchos cubanos han decidido emigrar, escapar de una situación que desde su comienzo ha ido empeorando. La Cuba que Fidel Castro tomó en el año 59, la tacita de oro del Caribe, se convirtió en las manos del dictador en un país en declive permanente. Cuba es una tierra sin progreso. Los cubanos huyen a cualquier parte del planeta, por cualquier vía posible, dispuestos a emprender, a sacudirse la miseria en la que sucumben. Por la cercanía, solo 90 millas al norte de sus costas, la emigración históricamente se desembocó en mayoría hacia Miami. De ahí que el mayor número de víctimas del Castro comunismo yace en el fondo del estrecho de la Florida, los cientos de miles que deslumbrados por las luces de la libertad quedaron sepultados en esas cortas noventas millas, prefiriendo la muerte a la revolución socialista.

Tan temprano como el 2 de noviembre de 1966 y reconociendo la existencia de una férrea dictadura en su vecina Cuba, Estados Unidos promulgó La Ley de Ajuste Cubano (Cuban Adjustment Act o CAA, Ley Pública 89-732, Ley federal aprobada por el Congreso de los Estados Unidos y firmada por el presidente Lyndon Johnson), “que aplica a cualquier nativo o ciudadano de Cuba que haya sido inspeccionado y admitido o liberado en los Estados Unidos después del 1 de enero de 1959; haya estado físicamente presente en ese país durante al menos un año; o sea admisible como residente permanente de los Estados Unidos”. (nota tomada de Enciclopedia Wikipedia). La ley en sus inicios se aplicaba tal y como expresa, cualquier persona que de forma ilegal saliera de Cuba y llegara a tierras norteamericanas, aquí se incluía aguas continentales, podia obtener la tarjeta de residencia permanente un año después.

El tráfico y arribo de cubanos a los Estados Unidos ha sido imparable desde entonces, varias crisis pusieron en alerta a las autoridades del norteño país, muy notables la del Puerto del Mariel en 1980, cuando al menos unos 125 mil cubanos llegaron a Estados Unidos, entre ellos un considerable número de delincuentes y enfermos mentales que el dictador Castro incluyó en la marejada, vaciando cárceles y hospitales psiquiátricos para librarse de la ‘lacra social’, llegaron mezclados buenos y malos, ‘la escoria’, así los llamó el dictador. Los que emigraron en esta oleada fueron despedidos por sus coterráneos con actos de repudio, las puertas para el retorno fueron cerradas entre bombardeos de huevos y consignas comunistas, solo tiempo después cuando el campo socialista sucumbió y la deficiente economía cubana no pudo depender más de la ayuda soviética, las puertas volvieron a abrirse y de esta manera se liberaba la entrada a la moneda dura enemiga hasta ese momento penalizada en la Isla.

La conocida como Crisis de los balseros en 1994, fue otro de los éxodos significativos, el ‘Período Especial’ que enfrentaba el pueblo y que no era más que el hundimiento total de la economía sin el soporte soviético, llevó a los cubanos a la estampida una vez más; en embarcaciones deplorables salían desde las costas cubanas familias enteras con menores incluidos, sin considerar las condiciones climáticas, ni lo difícil de la travesía. Muchos no llegaron, creo que el número en realidad es incontable. La dictadura culpó a la Ley de Ajuste, según sus argumentos esta propiciaba y estimulaba la salida de los cubanos. Las dimensiones de la crisis llevó al gobierno de Bill Clinton  a sostener conversaciones con Castro en el año 1995 de las que resultaría  una importante modificación, se dejarían de admitir a personas interceptadas en aguas de los Estados Unidos, surgiendo así la política: Pies secos, Pies mojados. Todo cubano que fuera interceptado sería devuelto a la Isla o llevado a un tercer país y los que lograran tocar suelo americano, podrían permanecer en los Estados Unidos y al año y un día aplicar para la residencia permanente legal.

Pero nada detuvo el flujo de cubanos, ya fuera atravesando el estrecho de la Florida, usando terceros países, como México o el peligroso paso por centroamérica, fuera que tomaran un largo vuelo rumbo a Rusia para luego encaminarse por la Siberia, o usando el pasaporte español, con el que salían de Cuba como ciudadanos españoles y llegaban a USA declarando ser simples ciudadanos cubanos con el fin de ampararse bajo la Ley. Paralelo a esto el sinnúmero de los que salían de la Isla de forma legal, con visas temporales que usaban como trampolín para llegar y quedarse, o a través de programas como los sorteos de visas especiales para los cubanos, el de reunificación familiar, el Programa para Refugiados Políticos por el que más de uno salió a la calle a protestar contra el sistema solo para anotarse puntos y acumular evidencias y poder ser aceptados para emigrar a los Estados Unidos.  En fin de cuentas la lucha para salir, deslumbrados por la libertad y el progreso del país del norte, el destino preferido de los isleños agobiados por la profunda oscuridad del Castrismo.

La Puerta siempre abierta que recibía a cuanto cubano arribaba a la Florida, ha sido ‘entrecerrada’, solo una hendija de luz ilumina las noventa millas de agua que separan ambas costas. Aunque permanece vigente la Ley de Ajuste Cubano, las condiciones para llegar a los Estados Unidos se han complicado drásticamente, el 12 de enero de 2017, el presidente Barack Obama anunció de manera imprevista el cese inmediato de la política de ‘Pies secos, Pies mojados’, indicando que los inmigrantes cubanos serían tratados igual que los de otras nacionalidades. ​ La medida se tomó en un acuerdo entre ambos países firmado también en La Habana  ese mismo día. Raúl Castro  calificó la decisión como: un importante paso en el avance de las relaciones bilaterales; tras el inicio de estas en 2014, cuando el expresidente norteamericano las encaminó a través de conversaciones secretas con el actual dictador cubano. El término de la política se había vuelto previsible y condujo a que el número de inmigrantes aumentara en el último año de mandato de Obama. El tránsito por centroamérica se acrecentó, las condiciones de la escapada se tornaron aun más difíciles por la participación de elementos de muy baja calaña, como los llamados ‘coyotes’, traficantes de personas, sin aprecio por la vida humana, en las selvas colombianas quedaron algunos cadáveres cubanos.

El flujo se paralizó por el aumento del número de emigrantes, provocando otra crisis que aun no termina, los cubanos quedaron varados en Laredo México, en Costa Rica, Panamá y en casi toda Latinoamérica, la decisión de Obama fue un letal balde de agua fría para quienes luchaban por llegar a tierras norteamericanas, muchos han sido deportados para Cuba, otros permanecen en la búsqueda de refugio, las condiciones en las que viven algunos rayan en lo inhumano, maltratados por los gobiernos de los países donde permanecen, temerosos de ser devueltos al infierno del que salieron y donde nada les quedó porque se deshicieron de sus propiedades y pertenencias para obtener el dinero necesario para salir. Todo un drama.

La Ley de Ajuste Cubano aún está vigente, para acogerse a ella, los ciudadanos de la Isla deberán llegar a suelo norteamericano con una visa temporal, una vez dentro el requisito es permanecer durante el tiempo especificado, esto claro como ilegales y sin permiso de trabajo, hasta que puedan aplicar para la residencia. Debido al incidente ocurrido con diplomáticos norteamericanos en La Habana, en que por causas extrañas la salud auditiva de estos se afectó, el Presidente Donald Trump eliminó de manera temporal e indefinida la entrega de visas en la Embajada de USA en La Habana y retiró casi todo su cuerpo diplomático, los cubanos tendrán que viajar a Colombia para solicitar visas, curioso, ni lo costoso de la gestión ha detenido a los que sueñan con el brinco hacia la libertad.


USA se está cerrando para los Cubanos, pero queda mucho espacio en el resto del mundo y allá adentro en la Isla comunista, sus habitantes continúan estudiando los posibles terrenos a donde escapar, no importa lo que cueste, ni la lejanía, el brillo de libertad puede salir de cualquier lado. ¿Y por qué no luchar, por qué mejor no dejar la vida en la tierra propia tratando de reconquistarla? La respuesta es difícil de argumentar, de todos modos la escapada es una señal contundente de que los cubanos huyen de Castro, no lo quieren, prefieren otros horizontes que la desgracia de país donde un rey enano y su séquito se mueven a sus anchas. La inmigración ilegal ha sido como un campo de batalla contra la dictadura, perecer o llegar a la libertad sigue siendo preferible que quedarse. De esa forma durante 60 años una porción considerable de pueblo le ha dicho a gritos al mundo que no quiere a Castro, que escapa de él para ser libre.

4 comentarios:

  1. Excelente artículo Yoaxis, la libertad es un derecho de todos, pero para lograrla hay que pagar un precio, los cubanos desean esa libertad pero no todos están dispuestos a luchar por ella desde adentro. Romper con los miedos y rescatar la identidad que les han robado, es también una decisión. Jesús dijo que para ser verdaderamente libre tenemos que conocer la verdad. La fe eleva tu espíritu para luchar por lo que amas. Nada será un obstáculo para alcanzar la tan ansiada libertad que desean los cubanos, harán lo que tengan que hacer por salir y pagar lo que tengan que pagar, pero tristemente escapar es la salida a la libertad.

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  2. Tienes razón, Nancy. Los cubanos seguirán haciendo lo impensable por huir de la Isla-cárcel. Y ahí justamente está el centro del problema. Aunque con menos intensidad, todavía prevalece el miedo, el terror al régimen, que lo supo muy bien inocular en la sangre y en la mente del cubano de a pie. Los que huyen olvidan el miedo a los peligros que enfrentarán, mientras los que se quedan tienen atadas las manos y las mentes. Es una situación muy difícil y compleja.

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    1. Y como yo digo, ese éxodo es también un modo de lucha, es decir al mundo entero que los cubanos no quieren a Castro.

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