Por: Yoaxis Marcheco Suárez
La fiscalía de Venezuela presentó cargos contra el opositor y dirigente del Partido "Voluntad Popular" Leopoldo López. Esta entidad, como en todos los regímenes totalitarios, ha perdido su esencia, su enfoque ya no es para impartir o solicitar justicia, sino para representar y complacer al sistema que detenta el poder. Para el gobierno de Nicolás Maduro, hombres como Leopoldo son una potente amenaza, de ahí que accionen todas las medidas posibles por acallarlo, encerrarlo, esconderlo. No será nada nuevo que la fiscalía venezolana en manos del totalitarismo pida para López prisión y castigo, como tan poco que el mismo tribunal falle a favor de tal pedido, aun cuando la justicia misma se desgarre las vestiduras.
Los totalitarios no entienden de ideales ajenos, su costumbre es dilapidar al enemigo con un fuego de improperios y de falsas acusaciones. Hablar y no escuchar. Buscar pactos aparentes donde la razón siempre estará de su lado, sin conceder al bando contrario un centímetro de espacio. Los totalitarios harán todo lo que sea necesario por justificar y sostener su estancia en la silla de poder, todo, desde la mentira más sórdida, las detenciones y prisiones arbitrarias, las torturas y hasta asesinatos de sus contrincantes.
Pero aun cuando los sistemas autoritarios y tiránicos resultan tan injustos y peligrosos, siempre existirán los osados que se levantarán contra ellos, esos hombres y mujeres que adolecen de miedo y que no se dejan doblegar por los de arriba. En Venezuela, entre muchos otros, tenemos a Leopoldo López, encerrado sí físicamente, pero devenido en un líder político y de pueblo que le ha ocasionado terribles dolores de cabeza al dictador Maduro y a su séquito de totalitarios. López es una figura que ha trascendido a pesar del empeño de la tiranía socialista venezolana de borrar su nombre de la historia, su lucha persiste y a la vez se mantiene, porque no es un caudillo, sino un dirigente, un líder verdadero, de esos que empoderan al pueblo para que no se calle y no se detenga.
Particularmente le pronostico al régimen de Maduro un largo e intenso dolor de cabeza. Pueden encerrar a Leopoldo, ellos perderán ante la opinión pública, será una muestra de su debilidad política y de su terror al discurso diferente. Pero lo que si no podrán será exterminar las ideas democráticas bien arraigadas en el líder opositor, como tampoco podrán acallar la voluntad de un pueblo que ya comenzó a expresar sus ansias de libertad y que no se va a silenciar bajo ningún concepto.
Una imagen de López fabricada en cartón, colocada esta mañana en las calles de Caracas
Foto: AFP /
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