Vivo en una isla rodeada de mar, un país además durante décadas sometido al ostracismo más atroz. Mal gobernado desde el primero de enero del año 1959 y sometido desde entonces a la misma forma de gobierno, bajo el mandato y la guía del mismo y único partido, y con la aceptación por parte de este de una sola línea de pensamiento e ideología, la marxista-leninista-fidelista. Una isla transformada en prisión y desteñida debido al monocromático y decadente sistema que la domina. En medio de tanto mar y tanta asfixia interior y siguiendo el ejemplo de buenos cubanos que en la misma boca de la fiera decidieron aplastar sus ataduras y abrir sus bocas y corazones para expresarse, es que decido sobreponerme a todo miedo para romper la abrumadora insularidad y escapar de manera virtual al mundo físicamente desconocido.
De todo cuanto existe solo conozco al país donde nací, Dios me ha permitido viajar dentro de él, conocer a mis coterráneos, visualizar sus necesidades y dolencias, que son las mismas mías. Aunque he soñado con el vuelo de los aviones y he tenido ansias de salir a conocer nuevos mundos, he llegado a comprender que la voluntad de Dios para este tiempo es que permanezca dentro de esta triste, pero aun hermosa perla y que de alguna manera luche desde adentro por una patria nueva, un sitio en el cual mis hijas puedan vivir mejor y en el que las futuras generaciones de cubanos y cubanas tengan garantizados sus derechos ciudadanos más elementales.
Sabiendo que el Dios poderoso en el cual confío siempre estará del lado de los menos favorecidos y que es Él quien me demanda procurar ante todo la justicia, es que levanto mi voz en este espacio maravilloso que es la internet, haciendo uso de todas las brechas que me ofrece, por insignificantes que parezcan, para decirle al mundo cuál es y cómo es, la triste realidad de los cubanos. Desde hace más de un año, sitios como Cubano Confesante del Pbro. Mario F. Lleonart Barroso y Religión en Revolución, me han abierto incondicionalmente sus puertas y he publicado diversos posts dentro de ellos. Muy agradecida estoy al editor de Religión en Revolución, quien fuera el primero en darnos la oportunidad, tanto a mi esposo como a mí, de sacar a la luz nuestros artículos, facilitando además la publicación de estos en diversos sitios en la Red. Así también agradezco a quien desde el exterior brinda su apoyo totalmente desinteresado, y solo inspirado en el anhelo de una Cuba libre y recuperada, para que este nuevo Blog nazca y llegue a tener vida propia. Isla Interior es eso, el anhelo de una Cuba feliz, la aspiración y el sueño de vivir en un país renovado, libre, abierto a todos y para todos.
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